Descripción
RESEÑA:
Francisco Martínez Izquierdo nos entrega en esta obra un viaje poético de extraordinaria intensidad hacia los territorios más íntimos del alma humana. Estructurado en tres partes, este poemario constituye “un canto a la soledad, pero también a la comunión”, como define el propio autor en su prefacio.
Desde la introspección más descarnada hasta la celebración de los pequeños milagros cotidianos, Martínez Izquierdo construye un universo lírico donde la soledad trasciende su condición de ausencia para convertirse en compañía fecunda. Sus versos navegan entre la experiencia mística y la reflexión existencial, explorando los vínculos entre el ser humano y el cosmos, entre el yo y lo otro.
La obra incluye tanto poemas de factura clásica como textos en prosa poética que abordan desde la relación con un canario doméstico hasta profundas meditaciones sobre la muerte y la trascendencia. El autor dialoga con figuras como Pascal y Octavio Paz, construyendo un discurso poético que abraza tanto la tradición contemplativa como la experiencia contemporánea.
Éter y crepúsculo de la existencia se revela como un testimonio auténtico de quien ha sabido transformar el abismo en contemplación, la herida en canto. Un libro necesario para quienes buscan en la poesía no solo belleza, sino también conocimiento y consolación.
AUTOR:
Francisco Martínez Izquierdo (Barcelona, 1965) es un poeta español cuya obra explora las dimensiones más íntimas de la existencia humana y su relación con lo trascendente. Tras consolidar su voz poética con Poemas para amantes de plantas y flores y Poemas de medianoche. A Bea de un asexual, Martínez Izquierdo culmina su trilogía editorial con Éter y crepúsculo de la existencia, su obra más madura y reflexiva.
En este tercer poemario, escrito en 2022, el autor barcelonés trasciende la contemplación de la naturaleza para adentrarse en territorios existenciales más complejos: la soledad como compañía, el diálogo con el destino y la búsqueda de sentido en los abismos del ser. Su poesía, caracterizada por un lenguaje directo que no rehúye la crudeza ni la belleza, invita al lector a un viaje introspectivo donde convergen la experiencia mística, la reflexión filosófica y la celebración de lo cotidiano sagrado.
Martínez Izquierdo construye en esta obra un universo poético que abraza tanto la tradición contemplativa como la angustia contemporánea, estableciendo diálogos literarios con figuras como Pascal y Octavio Paz. Reside en Barcelona, donde continúa desarrollando una labor literaria que se distingue por su autenticidad y su capacidad para transformar la experiencia del vacío en revelación poética.








