Mi interés por la poesía comenzó durante la adolescencia (nada novedoso, por otro lado), cuando un amigo me recomendó que leyera a un tal Jorge Luis Borges. Antes de ese momento había “analizado” poemas en el instituto (si es que destrozar algunas de las composiciones más bellas de la literatura era “analizar”), pero no había leído poesía como tal, no me habían dejado que me emocionara con ella. Posteriormente comencé a escribir para desahogarme (nada nuevo, por otro lado).

Tras finalizar mis estudios en Historia del Arte (UCM), decidí estudiar Filosofía (UCM), grado que curso actualmente. Como se puede comprobar, todavía confío en el ser humano.